Miopía, epidemia del siglo XXI
Con el advenimiento de las nuevas tecnologías que han acompañado tan cercanamente la llegada del siglo XXI hemos experimentado un desarrollo de habilidades humanas que han llevado a generar cambios en la forma de ver la vida a nuestro alrededor, y esta forma de ¨ver¨ literalmente se ha transformado para responder a las cada vez mayores necesidades de trabajo en visión próxima que toda la tecnología a nuestro alrededor nos exige. Estas adaptaciones a nuestra forma de ver, se han venido asociando al aumento progresivo y significativo de enfermedades visuales como por ejemplo la Miopía, la cual ha pasado de presentarse en el 20% de la población general para la década de 1960 hasta un 50% en la población americana y 90% en la población asiática actualmente.
Nuestras cifras, nada lejanas con la población mundial, muestran también el aumento de este defecto refractivo en nuestros niños y jóvenes en donde claramente los factores asociados al crecimiento del ojo y por consiguiente de la Miopía se encuentran presentes. Un aumento del tiempo durante el cual usamos la visión próxima, con el uso de dispositivos electrónicos como el celular, tabletas, videojuegos, etc, la escolarización a edades cada vez mas tempranas y con una mayor exigencia académica, la disminución de la exposición al sol por la reducción en el tiempo de las actividades al aire libre, una mayor exposición a la luz artificial y algunos factores asociados a las dietas ricas en carbohidratos son los principales factores estudiados.
Si tenemos en cuenta la disminución de la calidad de vida que esta enfermedad puede generar, aun en pacientes ya tratados y todas las posibles complicaciones que puede llegar a provocar hasta la pérdida de la visión de forma irreversible, debemos procurar conocer si existe o no en nuestros hijos, corregirlos adecuadamente y tratar de evitar la progresión o el aumento desproporcionado de la Miopía bien sea con el cambio de algunos hábitos y condiciones ambientales y hoy en día a través de terapias medicas tópicas que han venido demostrando resultados muy satisfactorios como lo son la Atropina y el Timolol. Consulte oportunamente con su Oftalmólogo Pediatra, una adecuada orientación y un examen preciso podrá ser determinante para el desarrollo completo y satisfactorio de la visión de nuestros niños.